lunes, 19 de agosto de 2013

El diario de mis sueños, N°6


El diario de mis sueños 19/8/13

Hace mucho tiempo que no soñaba con un sueño lúcido tan vívido, no recuerdo muy bien pero tengo algunas ideas que me quedaron demasiado gravadas en mi mente, estaba en unas calles de la ciudad de Santiago, por Pudahuel, observaba los patios y techos de las casas con un gran colorido, el cielo estaba de color negro con tonalidades rojas, mas bien rojizas, paseaba por el lugar y de pronto me encontraba a personas desconocidas, me acerqué a unos de ellos, lo intenté abrasar y sentí como su cuerpo intentaba devorar mi alma, me alejé de él de inmediato, no tuve problemas para escapar, seguí con mi camino, intento volar pero solo daba grandes saltos, pero no como otras veces que podía saltar diez o treinta metros, esta vez a lo más llegaba a los cinco metros de altura. De pronto me encuentro con otra persona esta vez una mujer, me acerco a ella y sentí la misma sensación de ser absorbido, era como si su cabeza se abriera y generara un succionador, veía como una sombra negra intentaba agarrar pedazos de mi alma, la sensación era desagradable, pero al igual que la otra persona pude escapar sin ningún problema alejándome de ella. En esta parte de este sueño lúcido pierdo conciencia y despierto en los alrededores de ese mismo sector. Al levantarme no sabía si seguía en el sueño lúcido o era la realidad, todo parecía exageradamente verdad, podía hasta sentir el peso de mi cuerpo. Realizo el tapado de nariz para ver si era un sueño o no y efectivamente al taparme la nariz podía respirar, aunque todo pareciera muy real yo estaba convencido que era un sueño por esta prueba de sueño, abro una ventana y me lanzo de unos tres metros de altura, caigo sin ningún problema, era como si mi peso fuese el de una pluma. Luego comienzo a caminar y me encuentro con más personas, me acerco a una de ellas al igual que las anteriores la abrazo, para mi sorpresa esta persona no me absorbía mis energías, sino que solo sentía una agradable sensación de amistad, me di cuenta que esta persona podía ser mi aliado, le dije que me acompañara, y comencé un viaje abrasando a muchas personas, la mitad me absorbía mi alma, así que me alejaba de ellas y la otra mitad la reunía con migo. Luego de encontrar a unas cinco personas, tres hombres y dos mujeres, creo. les decía que estábamos desdoblados y que tenía que llegar a mi casa por alguna razón, ellos no hablaban mucho, eran como zombys buenos. les pregunté sus nombres, no recuerdo ninguno, tampoco recuerdo que me los hayan dicho, en ese instante tenía una misión, no se realmente cual era, pero al mirar al cielo me di cuenta que estaba en una especie de entrada del infierno, mas precisamente en el purgatorio. en donde las almas buenas quedaban rondando en la otra dimensión, igualmente con las almas que absorbían las almas, ahí me di cuenta en ese instante que existían dos tipos de personas. las que realmente intentaban sobrevivir solo por su cuenta, que absorbían las energías de los demás y solo se beneficiaban a ellos mismos sin importarles el otro y las que estaban en conjunto, en donde no necesitaban absorber ningún tipo de alma ni energía, ya que hacían una simbiosis en una comunidad en donde todos se beneficiaban de los otros.