viernes, 23 de junio de 2017

Tiempo

Cuando me pongo a pensar en mi vida terrenal, me proyecto y pienso que el tiempo se va a acabar, que llegará un día de estos el momento de mi muerte y la hora de dormir infinitamente, pero a veces siento que si o si llegará ese momento, que el tiempo pasa y pasa, y nada lo va a detener, pero llegará y cuando te das cuenta que es cosa de tiempo llega una inseguridad en tu vida y la única solución es estar bien contigo mismo, ¿y cuál será la manera de estar bien contigo  mismo. Tener un trabajo, tener una familia, seguir con la rutina? o hacer algo que realmente te llene como persona, ¿algo que haga el mundo mejor? Pero para que solamente la vida de los demás sea una buena estadía, en un mundo en donde está gobernado por gente ignorante, sin consciencia, de gente que solo le interesa el bienestar propio, pero si lo tomo de otro punto de vista por más que predique lo de hacer el bien estaría haciendo lo mismo que los demás pero de otra manera, de una manera beneficiosa versus una manera indiferente. Al final nadie quiere hacer el mal, pero la verdad  es  que es tal la ambición y el miedo que es imposible que las personas salgan de la rutina, no hay respuestas ya que el mundo es solo estar y hacer lo que uno quiera, ya que lo puedes hacer.

martes, 6 de junio de 2017

el diario de mis sueños

hoy tuve un sueño que me llenó por completo, recibí una visita que no veía desde Diciembre del año pasado, todo fue muy real, el sueño estuvo lleno de conversaciones de risas y gestos tal cual los recordaba, además fueron imágenes desde la noche hasta el otro día tomando desayuno, hasta que me pregunté, esto es demasiado bueno para ser verdad, hice la prueba de realidad del tapado de nariz, aunque era todo demasiado real y me doy cuenta que respiraba con la nariz tapada, desde ese momento todo lo que era alegría se transformó en un relajo con un poco de desilusión, el sueño se esfumó y aun así quería seguir en el sueño, pero yo no podía comunicar con esa persona ya que ella no quería que le hablase siendo en el sueño era un terreno de nadie.

lunes, 5 de junio de 2017

Personajes interesantes 1x1

La historia del hombre que en 1973 plantó 50 mil árboles y hoy vive en su propia selva
A Antonio Vicente, brasileño de 83 años, le dijeron que era un loco cuando hace más de cuarenta años soñaba con frenar el avance de la agricultura. Hoy vive en su bosque recuperado de 30 hectáreas, en las afueras de San Pablo. Su particular gesta.


Antonio Vicente compró el terreno en 1973 para recuperar la vegetación perdida (Tommaso Protti/The Guardian) Lo de Antonio Vicente es contracultural. Hizo lo que nadie hacía. Y por eso lo consideraron un loco. Es la historia del loco que compró un pedazo de tierra y empezó a plantar árboles. A 200 kilómetros de San Pablo, Brasil, creó su propia selva porque su ecuación de la vida tenía una incógnita: él estaba comiendo los frutos que alguien había plantado. "Cuando empecé a plantar, la gente me decía: 'No vas a poder comer las semillas, porque la planta tarda 20 años en dar frutos. Yo les decía: 'Voy a plantar estas semillas, porque alguien plantó las que estoy comiendo ahora'. Así que las plantaré para que otros las coman". Así interpretó Antonio Vicente, el filántropo brasileño creador de 50 mil árboles.Hoy tiene 83 años. Cuando tenía catorce se mudó a la ciudad y trabajó de herrero. En 1973 aprovechó que el gobierno militar de su país ofrecía créditos blandos para invertir en tecnología agrícola en una intención de reactivar la agricultura. Invirtió todo su capital en comprar treinta hectáreas de una región de montañas bajas, próximo a San Francisco Xavier, una localidad de cinco mil habitantes. Pero él no deseaba impulsar la actividad agropecuaria. Su misión era más noble: quería recuperar el bosque.Antonio Vicente fue criado en una frondosa familia de campesinos que padecían la proliferación de los campos. La flora, la fauna y los bosques nativos perdían la batalla de la capitalización contra la naturaleza. De nuevo hizo una lectura acertada: "Cuando yo era niño, los campesinos cortaban los árboles para crear pastizales y por el carbón. El agua se secó y ya no regresó. Yo pensé: 'el agua es valiosa, nadie fabrica agua y la población no deja de crecer. ¿Qué va a pasar? Nos vamos a quedar sin agua'", reflexionó en diálogo con la BBC. La expansión de la agricultura destruyó los recursos hídricos y regó de suelos erosionados la zona: no había vegetación que absorbiera y retuviera agua.

Hizo del bosque su casa: vivió bajo un árbol, rodeado de zorros y ratas, se bañaba en el río y dormía sobre un colchón de hojas. "Pero nunca tuve hambre. Comía sándwiches de banana de desayuno, almuerzo y cena", agregó. Se dedicaba a plantar, en un lluvioso ecosistema tropical, su paraíso de árboles. Estaba construyendo futuro. Casi 50 años después, el escenario es diferente.
En su casa, Vicente tiene vivo el recuerdo del antes, del origen. "En 1973 no había nada. Era todo un pastizal. Mi casa es más hermosa que lo que ves aquí -le marcó al periodista de la BBC-, pero hoy no podrías tomar fotos desde ese ángulo porque la tapan los árboles, que son tan grandes". Su selva además de árboles recuperó el agua: cerca de 20 fuentes actuales superan al pequeño curso de agua que sobrevivió al siglo pasado. Y celebra el regreso de los animales: "Hay tucanes, todo tipo de aves, un gran roedor llamado apaca, ardillas, lagartijas, zarigüeyas, e incluso están regresando los jabalíes".
La historia de Antonio Vicente es apenas un oásis en una región paulista que perdió 183 mil hectáreas deforestadas de bosque atlántico en procura de la agricultura agresiva. La Fundación Bosque Atlántico SOS y el Instituto Nacional de Brasil para la Investigación Espacial -INPE- convirtió en porcentajes esta estadística: del 69% del estado de San Pablo que estaba representado por el bosque atlántico se redujo al 14 por ciento. "Si todo el mundo siguiera el ejemplo de Vicente, nuestra tarea sería mucho más fácil", apuntó Rodrigo Medeiros The Guardian, vicepresidente de Conservación Internacional Brasil, una de las organizaciones que forman parte de La Alianza para la Restauración de la Amazonia. Es la historia del loco que vive con su familia de árboles, para que alguien coma las semillas que plantó.






















viernes, 2 de junio de 2017

El diario de mis sueños, un sueño raro

Hoy tuve un sueño peculiar, estaba a la orilla de la playa y veía el mar con unas olas grandes hasta que un tipo me dice "yo estoy a otro nivel, lo entiendo todo" lo miro despreciando lo que dice, pero el me invita a ver lo que él ve, le respondo que como lo hará, entonces lo sigo a un roquerío y la mayoría del agua desaparece y queda solamente la arena que sigue con la inercia del agua como si fuesen olas, veo el increíble paisaje y no lo podía creer, me acerco donde antes había mar y veo también unas lagunas y las olas de arena, este sujeto me dice "¿ahora lo comprendes?" Era una sensación de poder entrar a otra realidad, luego vuelvo a la casa donde alojaba y estaba este sujeto más otro compadre que también había estado en la playa antes que yo, entonces en la fiesta comienzo a hablar sobre la experiencia y me preguntaban como fue, en ese instante yo respondí que fue diferente a un sueño, era muy real con un 100% de lucidez, no era como un sueño lúcido, sino que fue más real, confundiendo si estaba en la realidad o no. luego para demostrar que estuve ahí me paré debajo de una ampolleta y la luz se apagó, todos en la fiesta o en la junta quedaron asombrados, luego se accidenta el tercer tipo y en la casa unos vándalos destruyen el patio delantero de la casa donde yo estaba muy enojados con ellos por destruir sin escusas.